En la artrosis, el cartílago de las articulaciones – que normalmente protege los huesos del roce entre ellos mismos – se desgasta, e inclusive se pueden formar espolones óseos.
Existen varios factores que incrementan la posibilidad de desarrollar una artrosis. A la cabeza, la edad. Se ha encontrado que por lo menos el 80% de personas mayores de 55 años, tienen algún grado de artrosis evidenciable en una radiografía. Si eres mujer, también se ha encontrado que tenemos (y me incluyo) entre 2 a 3 veces más posibilidad de desarrollar una artrosis. La obesidad es otro factor de riesgo muy importante, así como el trabajo y deporte que uno realice, y si éstos involucran colocarse de cuclillas o de rodillas.
Los síntomas más comunes incluyen:
- Dolor
- Rigidez
- Pérdida del movimiento o rango articular
- Cambios morfológicos en la articulación afectada
¿Es necesario ir al doctor si me duelen las rodillas? ¿Puedo asumir que es artrosis y dejar que evolucione normalmente sin buscar atención médica?
La artrosis es una condición crónica que empeora con el tiempo. Felizmente contamos con diferentes medidas para retrasar la progresión y controlar los síntomas. Por tanto, el diagnóstico es el primer paso para asegurarnos un tratamiento apropiado y oportuno.
Luego de haber sido diagnosticado, ¿Qué ejercicios puedo hacer?
Los cartílagos necesitan movimiento para ayudar a mantener saludables las articulaciones. Las personas con artrosis generalmente se benefician mucho de un programa de ejercicios, ya que ayuda a disminuir el dolor y prevenir una futura discapacidad.
Las articulaciones afectadas deben ser movilizadas en su rango total permitido, para mantener la flexibilidad y enlentecer el deterioro del cartílago. Por ejemplo: Si las rodillas presentan artrosis, se debe flexionar y extender las rodillas tanto como sea cómodamente posible, varias veces por día. Aun en casos severos, los ejercicios ayudan a una mejor función con menos dolor. Recordar siempre asegurarnos de evitar los movimientos de rotación o angulación.
Los ejercicios para fortalecer la cadera, son especialmente importantes para poder reducir el dolor, y mejorar la función; aunque es poco probable que enlentezca la progresión de la artrosis.
En general se recomienda ejercicios de bajo impacto, en donde se mejore la flexibilidad, y se fortalezcan los músculos alrededor de la articulación afectada.
Las personas que se ejercitan regularmente a pesar de tener artrosis, típicamente tienen menos dolor y mejor funcionalidad que los que se encuentran inactivos.
Entre los ejercicios más recomendados, tenemos:
- Natación
- Ciclismo
- Tai-chi
- Aeróbicos de bajo impacto
Si tienes más dudas respecto a este o algún otro tema, no dudes en escribirnos o acercarte al CER.