La gota es un tipo de artritis. Puede causar dolor e inflamación en las articulaciones. Al inicio, lo usual es que ataque sólo una articulación (generalmente la del primer dedo de los pies).
Suele suceder en personas que tienen el ácido úrico elevado en sangre. El ácido úrico es un compuesto químico que se produce a partir de que el cuerpo descompone ciertas comidas. El ácido úrico puede formar cristales con forma de aguja que se acumulan en las articulaciones y eso causa dolor. Los cristales de ácido úrico también se pueden agrupar en el aparato urinario, convirtiéndose en cálculos renales.
Las personas con gota, presentan ataques repentinos de dolor intenso, casi siempre inicia de noche. Usualmente en el primer dedo de los pies, tobillos, y rodillas; y frecuentemente una sola articulación está afectada por vez. La articulación se vuelve roja y caliente y se inflama. El dolor puede llegar a ser extremo. Posteriormente con los días o semanas, todo disminuye, hasta desaparecer.
Causas de Ácido Úrico elevado
1. Aumento en su producción:
- Defectos enzimáticos genéticos
- Enfermedades: Enfermedades mielo y linfo proliferativas, cáncer, psoriasis, obesidad, desordenes hemolíticos, etc.
- Dieta o drogas: etanol, ingesta excesiva de purinas, fructosa, deficiencia de vitamina B12, nicotina, drogas citotóxicas, etc.
2. Disminución en su eliminación
- Desordenes genéticos
- Enfermedades: Enfermedad renal crónica, depleción efectiva de volumen, acidosis por diabetes o inanición, preeclampsia, obesidad, hiperparatiroidismo, sarcoidosis, etc.
- Dieta o drogas: diuréticos, pirazinamida, levodopa, etanol, etambutol, salicilatos, ciclosporina, tacrolimus, etc.
La evidencia más fuertemente demostrada para controlar la gota y los ataques de gota, son:
1. Reducción de peso hacia el peso ideal, sobretodo en pacientes obesos. En el caso de los pacientes sometidos a cirugía bariátrica para bajar de peso, se ha encontrado que tienen un mayor número de ataques cercano a la cirugía, pero que luego de bajar de peso, estos van disminuyendo significativamente.
2. Moderar la ingesta de alcohol: cerveza, whisky, gin, vodka, o ron.
Otras recomendaciones son:
3. Manejo de las comorbilidades: hipertensión arterial, enfermedad renal crónica
4. Cambios en la composición de la dieta:
Se ha evidenciado que los cambios en la dieta pueden reducir la frecuencia de los ataques. Por ejemplo disminuir el consumo de carnes rojas, comida marina, bebidas con fructosa (como las gaseosas diet o zero). Sin embargo el ayuno o las dietas de moda no están recomendadas. Cualquier cambio en la dieta, debe ir acompañado de medicación para bajar el ácido úrico. Cambiar sólo la dieta, disminuye los valores de ácido úrico solo en un 15%, inclusive cuando estos cambios, son radicales. Por otro lado, si uno mejora la dieta y además baja de peso, es posible ver cambios más significativos.
Las dietas para pacientes con gota han cambiado mucho y hasta ahora no es totalmente claro que combinación de alimentos es mejor. La recomendación general sería mantener un peso adecuado con una dieta balanceada y limitar el consumo de alcohol y bebidas azucaradas.
Sobretodo enfocarnos en evitar las comidas que puedan gatillar un episodio nuevo de ataque, tomando en cuenta que no todos los alimentos gatillan el evento en todos los pacientes.
5. Evitar ayunar, y evitar las comidas copiosas
6. Suplementos nutricionales: Hay cierta evidencia y algunos reportes que señalan a las cerezas, como un componente que podría ayudar a reducir los ataques de gota. Se ha encontrado algún estudio que señala los beneficios de la vitamina C, o incluso el consumo de café. Pero sin mucha mayor evidencia al respecto.
7. Sustitución cuando sea posible, de toda medicación que reduce la excreción del ácido úrico, o que incremente la producción del mismo.
Es importante recordar que en algunos pacientes, el tratamiento de una comorbilidad puede afectar negativamente el tratamiento de la gota.
Por ejemplo: el uso de diuréticos en hipertensión, o dosis bajas de aspirina en pacientes con riesgo cardiovascular.
Sin embargo, dada la importancia del manejo del riesgo cardiovascular, la hiperuricemia asociada puede ser manejada con terapia para bajar el ácido úrico, sin necesidad de modificar la medicación cardiológica.
Si tuvieras alguna pregunta sobre lo explicado el día de hoy, o tienes alguna sugerencia sobre lo que podríamos hablar en el siguiente blog, no dudes en escribirnos.